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28 mayo 2011

Consejos para ir con el perro a la playa

Ya se ha venido el calor y las playas son una tentación, pero hay un integrante de la familia que no es tan fácil que pueda disfrutar del sol y del agua.

Primero hay que averiguar que playas permiten concurrir con mascotas, a que horarios y todas las disposiciones vigentes. En algunas playas no las permiten. En otras playas se puede llevar a las mascotas si están atadas durante todo el tiempo.

Cuando se haya encontrado una playa a la que se pueda concurrir con los perros, hay que pensar que así como el sol afecta a las personas, también los afecta a ellos. Lo primero es visitar al veterinario, para que aconseje, que cuidados especiales se deben tener con ese perro.

Hay que protegerlos del sol, con protectores solares, y gafas para perros. También sombrilla, una estera, para que no esté directamente sobre la arena caliente y muchas veces con cosas desagradables.

A los canes se les debe poner collar anti-pulgas para ir a la playa, ya que muchas veces en la arena hay muchas pulgas. Ese collar no se puede mojar, porque mojado no tiene efecto.

El perro debe tener agua dulce a su alcance, estar bien hidratado, no debe beber agua salada.
A la mascota hay que cuidarla como se cuida a un niño, porque se puede lastimar con una lata, a algún vidrio o anzuelo, que puedan estar escondidos en la arena.

En la playa nunca faltan los secuestradores de mascotas, tanto para pedir rescate, o para venderlas más tarde.

Métodos para combatir el celo canino

Una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta al momento de adoptar una perra es el celo. Dicho momento de “revolución sexual” presenta cambios en el comportamiento del animal, aunque puede prevenirse. Existen dos métodos seguros que ayudarán a evitar el celo en las hembras.

Por un lado se les puede administrar unas pastillas que trabajan como inhibidoras del ciclo hormonal. Antes de que la perra comience a ingerir los comprimidos es necesario que un veterinario de confianza la revise y analice los posibles efectos secundarios ya que la ingesta prolongada de fármacos puede dañar la salud del animal.

Lo más recomendable es operar a la perra. Si se tiene la certeza de que nunca se la utilizará como animal de reproducción es una alternativa que permitirá evitar el celo y los inconvenientes que éste acarrea. De todos modos, antes de la intervención también se debe realizar una consulta con el veterinario para que evalúe si el animal se expone a algún riesgo antes de la cirugía.

Cuidados de las orejas, la cera negra en perros

Los problemas del oído canino son comunes, especialmente en perros con orejas largas y caídas. Mientras que la cera en los oídos y una pequeña descarga es común en los perros, también puede ser una indicación de alguna causa subyacente.

En algunos casos, el perro también puede presentar otros síntomas que la acumulación de cera negra en los oídos. Por lo tanto, un conocimiento básico acerca de los síntomas y las causas de este problema le ayudará en la identificación de la condición y para proveer al animal con un tratamiento oportuno.

¿Qué causa la cera del oído en perros?

La cera negra del oído en los perros puede ser causada por varias razones que pueden ser tan leves como la suciedad acumulada en los oídos. Sin embargo, las otras causas que no son de menor importancia e incluyen infección de oído o infestación de ácaros del oído.

En algunos casos, la cera del oído en perros excesiva puede conducir a la infección en el oído, en otras palabras, la cera del oído que se produce en grandes cantidades en algunos perros, conduce a infecciones del oído, que a su vez hace lleva a la cera negra del oído. En otros casos, la infección del oído y la cera del oído puede ser causada por factores, como el oído de infestación de ácaros.

Síntomas

El animal puede presentar varios otros síntomas como, sacudir la cabeza, arañar y patear las orejas, etc. Usted también puede notar enrojecimiento, hinchazón, pus o lesiones en el oído. En tales casos, las orejas de su perro mascota puede tener muy mal olor. Un mal olor ligero es normal en la cera del oído del perro, pero si es muy oloroso y se acompaña de otros síntomas, a continuación, en contacto con el veterinario.

En la mayoría de los casos, mal olor se asocia a menudo con la infección del oído y también se acompaña con cera negra y aceitosa. En caso de infestación de ácaros del oído, mal olor puede o no estar presente, pero, el perro presenta picazón fuerte en el oído y la cera será más o menos como el café molido. Esta cera se examina bajo un microscopio para detectar la presencia de ácaros del oído.

Tratamiento

El tratamiento de la cera del oído negro en los perros se decide según la causa subyacente. Por lo tanto, lo primero y más importante que hacer es llevar a su perro al veterinario. Él es la persona más indicada para diagnosticar y tratar la condición. Una vez hecho el diagnóstico, el veterinario decidirá el modo de tratamiento.

En la mayoría de los casos, una limpieza a fondo de las orejas se llevará a cabo, a fin de eliminar la cera acumulada. Esto ayuda a una mejor absorción de los medicamentos que han de aplicarse para aliviar la condición. Esto tiene que seguir con los medicamentos recetados que pueden incluir los de uso tópico y / o ingestión.

Por ejemplo, los perros con una infección bacteriana del oído se requieren antibióticos. En algunos casos, puede ser necesario para limpiar las orejas del perro, cada vez que se aplique el medicamento en casa. En caso de infestación de ácaros del oído, puede suceder que la piel también se ve afectada. En tales casos, los medicamentos serán proporcionados para la piel también.

24 mayo 2011

Enfermedades de perros: La Diabetes

Las células metabolizan la glucosa para convertirla en una forma de energía útil; por ello el organismo necesita recibir glucosa (a través de los alimentos), absorberla (durante la digestión) para que circule en la sangre y se distribuya por todo el cuerpo, y que finalmente, de la sangre entre al interior de las células para que pueda ser utilizada. Esto último sólo ocurre bajo los efectos de la insulina, una hormona secretada por el páncreas.

En la Diebetes Miellitus el páncreas no produce, o produce muy poca insulina (DM Tipo I) o las células del cuerpo no responden normalmente a la insulina que se produce (DM Tipo II).

Esto evita o dificulta la entrada de glucosa en la célula, aumentando sus niveles en la sangre (hiperglucemia). La hiperglucemia crónica que se produce en la diabetes tiene un efecto tóxico que deteriora los diferentes órganos y sistemas y puede llevar al coma y la muerte.

Actualmente no hay criterios internacionalmente aceptados para la clasificación de la diabetes canina. Pero si usáramos la clasificación usada para los humanos el 50% de los perros diabéticos serían clasificados dentro del grupo de la diabetes de tipo 1. El resto, probablemente tienen otros tipos específicos de diabetes derivadas de la alteración pancreática.

Diabetes de Tipo 1. Se caracteriza por la destrucción de las células B del páncreas que lleva a una deficiencia absoluta de insulina. Se cree que hay una predisposición genética a este tipo de diabetes, pero existen varios factores ambientales que podrían actuar como factores desencadenantes de una respuesta autoinmune frente a las células B. No se ha estudiado en los perros la velocidad de progresión hacia la deficiencia absoluta de insulina, pero los factores epidemiológicos son muy parecidos a este tipo de diabetes en el hombre.

El 28% de los perros desarrollan la diabetes por un daño pancreático importante, debido probablemente a una pancreatitis crónica. El vínculo entre diabetes canina y pancreatitis merece especial atención ya que la reacción autoinmune y la regulación de la respuesta inmune gastrointestinal podrían estar ligadas a la patogénesis de la enfermedad. Es probable que el sistema inmunitario a nivel gastrointestinal desempeñe un papel fundamental ya que desde el punto de vista inmunológico el intestino y el páncreas parece que están unidos, así como anatómicamente y están influenciados por factores relacionados con la dieta.

La obesidad afecta entre 1/3 y 1/4 de perros y también está relacionada con un incremento del riesgo de pancreatitis. Otros factores como alimentos con alto contenido en grasas, están implicados como agente causantes en los perros con pancreatitis asociada a la obesidad y posiblemente, desempeña un papel en el desarrollo de la inflamación del páncreas en perros diabéticos.

En las perras gestantes, entre los 30-35 de gestación, las perras sanas presentan una mayor sensibilidad a la insulina que se agrava en la última etapa de la gestación.

La progesterona estimula las glándulas mamarias para que produzcan hormonas de crecimiento, que es un potente inductor de la resistencia a la insulina. La influencia periódica de la resistencia a la insulina asociada al diestro puede contribuir al mayor riesgo de desarrollar diabetes que presentan las hembras en relación a los machos.

En perros se presenta principalmente en adultos de 7-10 años, con mayor incidencia en las hembras. Las razas más predispuestas son;
Los Pincher miniatura, Caniche, Teckel, Schnauzer enano, Beagle.

Y entre las poco predispuestas estarían:
Boxer, Collie y Pequinés.

En cuanto a los síntomas, son bastante claros.

* Orinan mucho. (Poliuria).
* Beben más de lo normal. (Polidipsia).
* Come mucho. (Polifagia).
* Cenoturia. No hay glucosa suficiente y como energía utilizan las grasas.
* Adelgazamiento y cansancio ya que las células no tienen suficiente energía aunque coma más, movilizando las energías de reserva.
* Cataratas. Es la complicación más frecuente en el perro.
* Neuropatía diabética. Alteraciones neurológicas. Presencia de hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado) y signos asociados a infección del tracto urinario pues el aumento de azúcar en sangre predispone a infección.

Los síntomas más graves y no compensados son la deshidratación, debilidad, vómitos, olor a acetona, hipotermia y coma.

El tratamiento con insulina, posterior al diagnóstico en un perro implica varios pasos a seguir. En primer lugar la administración de insulina es fundamental, puesto que sin ella el animal está condenado a desarreglos metabólicos que acabarían con su vida. Se han dado casos en los que los medicamentos orales han resultado eficaces pero la cantidad de casos en los que se requiere insulina por vía subcutánea los superan con creces.

La cantidad de insulina inyectada dependerá de varios factores, tales como las características particulares de la diabetes del animal de compañía, así como el peso del mismo. Cuando se tenga que inyectar la insulina, lo haremos con extremo cuidado ya que puede resentirse. Buscaremos preferiblemente la nuca para aplicar la jeringuilla de la insulina. Hay que hacer un seguimiento en las primeras administraciones para determinar la curva de glucosa de la mascota. Con este dato se determinará exactamente la cantidad de hormona que se debe suministrar y pactar unas horas concretas para ello, además de establecer los horarios de comidas. Para los dueños, huelga decir que hay que cumplir al cien por cien las estipulaciones horarias en cuanto a comidas, lo que implica mucha responsabilidad.

En cuanto a la dieta, con tres premisas fundamentales. Evitar la obesidad, baja ingesta de grasas y alto contenido en fibras, pero las cantidades dependerán según nos encontremos con un animal con sobrepeso o a perder kilos.

El equilibrio de los nutrientes es fundamental, por lo que NO se recomienda la preparación de dietas caseras en las que es complicado medir los aportes.

En los piensos se indican la composición de los mismos en un cuadro en el que se apuntan proteínas, vitaminas, calorías y restos de nutrientes que lo componen. Estos datos son realmente útiles a la hora de seguir las cantidades ordenadas por el médico para el control de este trastorno hormonal. Todo esto se debe completar con la realización de ejercicio regular.

Una excepción serían los perros de caza a los que habría que reducir la dosis de insulina en los días en los que hagan mayor esfuerzo.

Los perros diabéticos que siguen un tratamiento tienen similares expectativas de supervivencia que los perros no diabéticos de la misma edad y sexo, aunque el riesgo de fallecimiento es más elevado durante los seis primeros meses del tratamiento. La mayoría de los perros diabéticos son perros mayores o de mediana edad, por lo que son más propensos a sufrir las enfermedades que normalmente afectan a los grupos de edad.

Cuando la diabetes coincida con otra patología las necesidades nutricionales ligadas a la misma serán prioritarias si el perro está siendo tratado con insulina. Si la enfermedad concomitante produce una pérdida de apetito temporal, generalmente se recomienda administrar la mitad de la dosis normal de insulina para disminuir el riesgo de hipoglucemia. Una hipoglucemia grave producida por una sobredosis de insulina puede causar daños irreversibles en el cerebro e incluso la muerte por lo que evitarlo será unos de los objetivos más importantes.

Por lo tanto la alimentación juega un papel fundamental para que eso no ocurra. Si se derrama un poco de insulina durante el pinchazo nunca debemos de rellenar la jeringuilla, aunque el perro parezca que no ha recibido una dosis suficiente.

Si dudáis de si ya lo habéis pinchado, la opción más segura es no pincharlo de nuevo, pues las consecuencias de saltarse una dosis de insulina son insignificantes. Si aparecen signos de hipoglucemia debemos darle de comer. Si el perro no quiere o no puede debemos darle jarabe concentrado en glucosa como los comercializados para personas diabéticas. Una vez que ser recupere, se le debe dar de comer lo antes posible y hablar con el veterinario antes de la siguiente inyección de insulina.

Un estudio demostró que el 94% de los perros diabéticos son tratados con éxito administrándoles dos dosis de insulina al día. Cuando los perros diabéticos recibían insulina una vez al día los episodios de hipoglucemia eran más frecuentes.

Después de que su perro esté estabilizado y se haya determinado el nivel de insulina que le corresponde, el veterinario dará las instrucciones de como cuidar del perro en casa. Generalmente el cuidado estará relacionado con las inyecciones diarias de insulina y la monitorización de la glucosa en orina.

Tu veterinario te aconsejará sobre el nivel apropiado de ejercicio y el control de la dieta.

Es importante determinar el nivel de ejercicio para dosificar el aporte calórico diario, que debe ser dirigido por el veterinario. El resultado de la dieta para tratamientos largos suele ser bueno, pero requiere un cuidado y control riguroso del animal. Con la adecuada dieta y terapia insulínica, tu perro puede tener una vida confortable y duradera.

Consejos sobre el parto canino

Si tenemos una perra que ha sido preñada y está próxima a dar a luz a sus cachorros es necesario tomar determinadas medidas que sirvan para brindarle un parto cómodo y seguro. Lo primero que tenemos que hacer es conseguir un lugar grande y cálido en el que la perra pueda parir y además cuidar a sus cachorros en las primeras horas.

Lo mejor es buscar una caja de paredes altas y crear un colchón con frazadas viejas y demás prendas de tela en desuso. Por lo general la perra tratará de estar sola antes de dar a luz, de modo que si ven un comportamiento esquivo de su parte es porque está buscando un sitio tranquilo para que nazcan sus cachorros.

El parto puede demorar varias horas dependiendo de la cantidad de hijos que tenga. Es fundamental prestar atención al nacimiento para ver si hay algún inconveniente, y es bueno tener a un veterinario cerca para que verifique que todo esté bien. El nacimiento puede tener problemas y por ello hay que observar si la perra hace fuerza y los cachorros no salen, si pierde mucha sangre o si vemos en su rostro un carácter desanimado.

Consejos para tratar la sarna en perros

La sarna es una enfermedad de la piel causada por un tipo de ácaro, llamado Sarcoptes scabiei. La sarna es también conocida por el nombre de “sarna sarcótica, o sarcóptica”. La madriguera de éstos pequeños ácaros microscópicos se hacen en la piel de sus perros, allí hacen túneles para depositar sus huevos.

Estos túneles se puede observar como las líneas finas escamosas en la piel. La sarna es una enfermedad muy contagiosa y su perro puede fácilmente contagiarse al estar en contacto con otro animal infectado. A veces, la enfermedad también puede transmitirse a los humanos. Sin embargo, los seres humanos son el huésped equivocado para ácaros de la sarna y por lo tanto se van por su cuenta, para completar su ciclo de vida.

Los síntomas de la sarna en perros
Como la sarna es una enfermedad de la piel produce una picazón severa y con frecuencia se ve a su perro arañar y morder las zonas afectadas. Estos ácaros de la sarna en realidad desencadenan alergias en el perro, por lo que, causa picazón intensa y erupciones en la piel.

Usted puede observar erupciones en la piel y pequeñas protuberancias rojas o ampollas, especialmente en áreas como el oído, el abdomen, codos, pecho, etc. las pápulas provocan la aparición de costras en la piel, se irritan y el rascado puede provocar que el pelo caiga.

Cómo tratar la sarna en perros
Champús medicados es la opción más confiable para el tratamiento de la sarna en los perros. Es muy importante mantener limpios los perros, mediante la eliminación de todo tipo de suciedad y los desechos de su cuerpo, dándoles baños regulares. Ungüentos antisépticos tópicos puede ser aplicado en las lesiones de piel o golpes causados ​​por la sarna.

A veces, la inmersión de azufre de cal puede ser utilizada como un enjuague, que ayudan a matar los ácaros. El baño de cal de azufre puede ser utilizado una vez en una semana, pero el principal inconveniente de la misma, es que huele muy mal (igual que los huevos podridos).

Otro medicamento tópico para el tratamiento de la sarna es amitraz. Es un producto químico con un olor fuerte, que puede ser aplicado dos veces en un mes como un baño.

La Selamectina también se puede aplicar en las áreas afectadas del cuerpo para tratar la sarna. Este medicamento debe ser aplicado una vez en un mes.

La ivermectina es la opción de tratamiento preferida para la sarna. Se puede tomar por vía oral o se administran mediante inyecciones.

La mejor manera de prevenir la sarna en los perros y para mantener su salud del perro en general, es para mantenerlos limpios y alejados de otros perros y animales domésticos infectados. También se debe limpiar toda la casa adecuadamente, de lo contrario esta enfermedad contagiosa puede propagarse a los seres humanos. También dan a sus perros una dieta saludable y nutritiva, junto con suplementos de vitaminas y minerales, con el fin de fortalecer su sistema inmunológico y acelerar el proceso de recuperación.

20 mayo 2011

Salud Perros: Leishmaniosis

Es una enfermedad parasitaria producida por un protozoo llamado Leishmania infantum, aunque también se le conoce por otros nombres, como L. tropica, L.aetipica, L. mayor o L. donovani.

Se contagia por medio de la picadura de un mosquito llamado Phlebotomus (conocido en modo coloquial como Beatillas). Una vez que ha picado a un animal enfermo transporta en su interior las leishmanias y se las transmite con su nueva picadura, al animal sano. No se transmite por contacto directo, secreciones, heridas, orina, heces…etc.

Los perros afectados pueden tener los siguientes síntomas:

* Adelgazamiento.
* Apatía, debilidad.
* Atrofia muscular progresiva.
* Úlceras cutáneas.
* Heridas que no cicatrizan.
* Piel seca.
* Caspa.
* Pérdida de pelo.
* Falta de pelo alrededor de los ojos.
* Hemorragias nasales.
* Inflamación de ganglios linfáticos, hígado y bazo.
* Cojeras.
* Lesiones oculares.

Algunos perros pueden ser asintomáticos durantes periodos de tiempo variable. Los síntomas pueden tardar desde varias semanas o varios meses, dependiendo del sistema inmunitario del perro.

El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, biopsia de piel, o citología de la médula ósea.
Esta enfermedad tiene tratamiento y este es más eficaz cuanto más precozmente se diagnostique.

Es importante que no se deje avanzar la enfermedad ya que ataca a la vista, las articulaciones, la piel y el riñón. Sus secuelas pueden ser muy graves como llegar a diálisis, transplante de riñón o la muerte del perro. Hay que tener en cuenta que es una infección que a día de hoy no tiene cura, pero los medicamentos disponibles en el mercado le pueden alargar y mejorar la calidad de vida de nuestro compañero, llegando incluso a estar tan bien que no nos daremos ni cuenta ni de que la tiene. Se utilizan los antimoniales pentavalentes: metilglucamina y estibogluconato sódico, cesiastes otros tales como la anfotericina B, la pentamidina y el ketoconazol.

Pero no debemos de olvidar nunca que es una enfermedad crónica y por lo tanto estar alerta de posibles recaídas.

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