22 marzo 2008
Educando al cachorro - Socializacion
Para realizar una crianza adecuada y educar de la mejor manera posible a su cachorro, actualmente se los puede hacer participar en clases de socialización. El objetivo de las mismas consiste en educar al perro para ser un animal de compañía obediente y grato, hacerle conocer al propietario el comportamiento normal del cachorro y del perro adulto, detectando en forma precoz los primeros indicios de posibles problemas de comportamiento (como por ejemplo agresividad, miedo, etc.) para poder realizar la consulta inmediata con el especialista.
Durante las reuniones por medio del juego se comienza realizar una correcta socialización con otros perros, con personas, niños y hasta con gatos u otras especies. También se los manosea en zonas claves como la boca, las patas y los oídos con la finalidad de enseñarles a aceptar la manipulación necesaria para la realizar las prácticas de higiene y los exámenes veterinarios de rutina (corte de uñas, revisar oídos, cepillado, vacunas, examen bucal, etc.). Mientras tanto el propietario aprende como controlar la rebeldía, las mordeduras, la monta, el subirse encima de un salto y como poder prevenir la masticación destructiva sobre muebles u objetos de la casa.
También se los instruye en el correcto uso del castigo y las recompensas, en las técnicas de adiestramiento doméstico (por ejemplo como enseñarle al cachorro a ser limpio dentro del hogar), en las órdenes de obediencia básica (salir, entrar, sentarse, bajar, etc.). Así mismo éstas sesiones son aprovechadas para condicionar la visita a la clínica con una experiencia agradable para el perro (el juego), transformando cualquier visita futura al doctor en un evento placentero tanto para el paciente como para su propietario.
Las clases tienen una duración de 1 hora, 1 vez por semana por 4 semanas. Participan de 4 a 7 cachorros de 2 a 4 meses de edad. Es un requisito previo para llevar al cachorro a las reuniones, haber realizado una consulta veterinaria previa y tener el certificado de por lo menos la primer dosis de vacuna aplicada con 15 días de anticipación. Todos los miembros de la familia y los niños desde los 3 años de edad pueden participan de las sesiones, lo cual mejora ampliamente los resultados. Los elementos necesarios para trabajar en estas clases de socialización consisten en premios alimenticios (golosinas para perros, trozos de queso duro, salchichas, pollo asado, etc.), pelotas, huesos, muñecos de goma, collar y correa.
El resultado de este tipo de reuniones lo expresa claramente el Dr. K. Sekel en la siguiente frase:
Un Perro que cualquiera quisiera como suyo o vecino; socializado con otros perros y capaz de adaptarse al estrés de la vida moderna; aceptado por la Comunidad; y con un propietario informado sobre la tenencia responsable de un Animal de Compañía.
Fuente: Dr. Rubén E. Mentzel