Los sentidos son cinco: vista, oido, olfato, tacto y gusto. Son por todos conocidos. Los animales tienen más desarrollados algunos, de acuerdo a la especie. El perro por ejemplo, el olfato y el oido. Pero ¿tienen los animales un sexto sentido?. Es conocido por todos que los animales son capaces de percibir cosas, que nosotros no podemos o por lo menos no hemos desarrollado esa capacidad.
Anticipan cataclismos, como terremotos o erupciones volcánicas. En proximidades del famoso volcan Vesubio, hay perros entrenados para anticipar erupciones del mismo y sirven como alarmas vivientes. El año pasado muchos medios informaron sobre la huída anticipada de animales silvestres de lugares que minutos después sufrirían esas olas gigantes como el caso del Tsunami en Asia que tanto daño, destrucción y muerte causaron. No hubo ni un animal silvestre muerto. Recuerdo el relato de un conocido que vivió el terremoto de Santiago de Chile en 1962 al que le había llamado la atención que muchos perros comenzaran a aullar lastimosamente horas antes del mismo.
En la zona de la siberia, los científicos están desde hace años abocados a la tarea de tratar de anticipar el momento del deshielo en los mares de la zona, para facilitar la navegación y no lo consiguen, ya que todos los años se produce en fechas distintas. Pero descubrieron que las morsas, sí lo saben y se mudan a esas zonas una semana antes, para prepararse para la pesca. ¿cómo saben las morsas que en tal fecha se va a producir el deshielo?
Y después nos dicen que somos superiores, porque tenemos razocinio!!!
En nuestro consultorio veo a muchos perros que pueden predecir una tormenta. Horas antes de una, aunque el día sea de sol brillante, están ansiosos y buscan refugio. Es que además, muchos de ellos, les tienen miedo a esas tormentas.
¿Cómo hacen estos animales para lograr esto? Se ha especulado mucho e investigado bastante. Actualmente, las líneas de investigación se dirigen a que la mayoría de estos fenómenos producen en el ambiente cambios electromagnéticos y los animales serían capaces de captarlos, decodificarlos y responder de acuerdo a su experiencia.
Esto nos lleva a muchas otras preguntas:
¿Captarán cualquier cambio electromagnético? Ya que los seres humanos producimos electromagnetismos de diferentes frecuencias, de acuerdo a los estados de ánimo e incluso de acuerdo a los cambios de salud. Cuando uno está enfermo, mucho antes de aparecer síntomas, ya tenemos cambios en nuestra energía. Se que están trabajando en el entrenamiento de perros, para detectar ciertos tumores en personas. Se piensa que lo hacen por el olfato, pero podrían hacerlo por este sexto sentido de percepción.
¿Si van aprendiendo con la experiencia, se pasarán esa informacion de padres a hijos por varias generaciones? Es sabido que algunos animales, como las aves migratorias y las tortugas de mar, se guían en sus recorridos por el registro del electromagnetismo terrestre.
¿Los perros y gatos también pueden pasar esa información a sus crías?
Existen narraciones de casos en que perros y gatos han detectado cambios en sus dueños que los conducieron a la muerte, antes que esta ocurriera. Hay un caso famoso y es el del gato de Churchill, que a pesar que los médicos estaban conformes con la evolución de su enfermedad, el gato estuvo toda la noche maullando al lado de su amigo, quien amaneció muerto.
¿Estas percepciones, que rozan con la parapsicología, también se deberán a cambios electromagnéticos?
Se podrían usar animales como ayuda en la detección anticipada de enfermedades. Desde la homeopatía, en donde utilizamos medicamentos que funcionan en base a su energía y no por acción de la materia (ya que están muy diluidos para tenerla), sabemos que los animales reaccionan perfectamente y mucho mejor que nosotros los humanos a la acción de estos remedios. Es que cuanto mayor sensibilidad energética, mayor reacción y por lo tanto se logran curaciones que a veces parecen milagrosas.
¿Es eso posible debido a este sexto sentido que tienen los animales?
Como ven, comencé este artículo con una pregunta y lo termino con muchas más. Es que la ciencia en su afán de investigación, cada vez que abre una ventana encuentra detrás generalmente muchas ventanas más que deben ser abiertas. Eso es lo maravilloso de la misma.
Via: portaldog