Pero, hay un tema más peliagudo: muchos de estos perritos tienen el lagrimal, las barbas y la zona genital, amarillenta, incluso marrón. Respecto al lagrimal, lo mejor es acudir al veterinario, por si estuviera obstruído. Si todo va bien, será el momento de asear cada día los ojitos de nuestra mascota con un líquido especial que nos proporcionará el veterinario. En cuanto a los genitales, usaremos toallitas limpiadoras. Y para evitar que las barbas también amarilleen, lo ideal es secar las barbas de nuestro amigo después de beber agua y de cada comida, o recogerlas antes. En todo caso, tras mi experiencia con tres perros blancos, he llegado a la conclusión de que lo mejor es que tengan el pelo, cuanto más corto, mejor. Más comodidad para ellos y para nosotros.