El riguroso entrenamiento les permite detectar la presencia de vida dentro de escombros. El bajo peso y la posibilidad de desplazarse con mayor agilidad que una persona dentro de zonas difíciles, hace que su uso sea muy importante.
En general los escombros son sumamente inestables, y la posibilidad de empeorar las cosas siempre esta latente. Con el uso de perros se minimiza esa posibilidad.
También hay perros que ayudan a recuperar cadáveres, algo sumamente importante.
En todos los casos viaja a la zona de desastre el binomio perro entrenador. La coordinación entre ambos es la clave para que los resultados sean los mejores.