
Sólo un 20% de la agresividad de un perro podría relacionarse a su raza: el porcentaje restante depende del ambiente, entendido como el conjunto de experiencias vividas por el animal, las condiciones de vida y el entrenamiento.
Pero hay que diferenciar la agresividad de la peligrosidad de un animal, factor que sí tiene que ver con su tamaño. Perros de gran porte pueden ser responsables por causar lesiones en personas y en otros animales.
Un factor determinante para evitar la agresividad en mascotas es el conocimiento acerca de sus características y necesidades. A la hora de adquirir un animal es impensable no tener en cuenta cuáles son sus rasgos de comportamiento: hay que conocer muy bien las particularidades de la raza que estamos escogiendo, datos fundamentales para su socialización.
Via: mascotas.org