Siamés. El gato Siamés es de piernas largas y delgadas, de la misma forma que su cuello. Aunque, no debes creerlo débil pues sus músculos son muy fuertes. Su color es oscuro en el rostro, patas, orejas y colita. Esta raza es muy juguetona, extrovertida, y social. Para tener un Siamés hay que tener presente que es muy egocéntrico y no le gusta compartir la atención del hogar con otras mascotas.
Birmano. Este encantador gato de patas blancas, es muy cariñoso con los dueños de casa aunque distante y frío con los desconocidos. Su cuerpo es compacto y un poco alargado, pero esta presencia no le quita su carácter juguetón y alegre. El Birmano en algunas ocasiones es tímido, así que aunque le gusta jugar no podemos esperar un gato que desee estar a nuestro lado todo el día.
Persa. De complexión robusta y mediano,el gato Persa se adapta bastante bien a una vida en espacios pequeños, como un apartamento. Es apegado a sus dueños y necesita gozar de compañía y protección. Solo ten un Persa si serás un dueño dedicado en darle atención, acicalarlo y brindarle compañía.
Europeo. Cariñoso e inteligente, el gato Europeo es uno de los mejores cazadores. Es de complexión ancha; y, pelaje suave y denso. El gato Europeo es adaptable a diversos ambientes por lo que encajará bastante bien en tu apartamento o casa.