
Ante la elección no lo dudó ni un momento, se quedó con el tranquilo y el motivo fue ese mismo, que el carácter del perro sería más sumiso. Es cierto que los más activos hacen más gracia pero a la larga ese carácter puede ser una fuente de problemas.
Por eso, si quieres un perro para que conviva y se socialice con otros lo mejor es escoger un perro con carácter tranquilo. Por supuesto, hay que ver la raza y el tamaño pero, también, su forma de ser