
Normalmente antes de dar el dinero y finalmente hacer la compra, lo mejor es ver al animal en un lugar donde se pueda ver correr y andar para saber que no tiene problemas de esa índole. Así mismo, también hay que mirarle los ojos (para saber si está sano) así como el hocico y la boca. No es que con ello ya nos cercioremos pero es un principio.
Y, por supuesto, llevarlo al veterinario ese día para que nos de el visto bueno completo.