
Estos pequeños animales sufren estreñimiento. Se trata de una molestia de fácil solución, pero que requiere especial atención por parte de los dueños del perro. En cuanto notes que tu perro no evacua con normalidad debes pasar al siguiente paso: detente a observar sus sacos anales.
Existen unas glándulas a los costados del recto que son muy fáciles de encontrar al tacto y son las que se denominan sacos anales. Suele ocurrir que algunas veces estos sacos se atestan de materia fecal que el perro no puede eliminar por sus propios medios. Esta es información que no todos los dueños de las mascotas pequeñas conocen y que suele ser la solución a dolencias y complicaciones estomacales de estos animales.
Ahora bien, en caso de que notes estos sacos anales hinchados deberás proceder a vaciarlos y así quitarle el dolor y las molestias a tu perro. Deberás levantar la cola de tu mascota y palpar estos abultamientos. Con los dedos índice y pulgar ejercerás una pequeña presión para liberar estos sacos.
Es una operación que no reviste mayores complicaciones y que le puedes practicar a tu mascota en tu casa. Si te resulta embarazoso o no te animas deberás recurrir al veterinario para que realice la maniobra y ayude a tu mascota.