
El dogo argentino, puro, es completamente blanco y suele ladrar de una forma muy particular, como si lo hiciera en voz baja; no obstante cuando se le da la orden de ataque puede convertirse en una fiera demoledora. Los machos suelen pesar cerca de 45 kilos, mientras que la hembra cinco menos.
La raza tiene su orígen en la provincia de Cordoba, creada por el Dr. Antornio Nores Martínez, quien en 1928 fijaba las bases para una nueva raza de perros, producto de mestizajes entre Mastines, Bulldogs, Bullterriers, etc (en fin, la mayoría perros de caza y pelea). El Dogo Argentino es ideal para la caza de presas como los jabalíes, los pecaríes, los pumas y otros animales. Tiene la habilidad y la musculatura de un atleta, la ferocidad de un
gladiador y un olfato inigualables.
Sin embargo, cuando no esta de caza, es un perro bastante tranquilo, que muestra permanente alegría ante sus dueños, especialmente si se lo incita a jugar, ya que es un can que cuenta con mucha energía, pero que se presenta muy afectuoso. El color de esta raza debe ser ligeramente blanco, con alguna que otra mancha negra o tonalidad más oscura alrededor del ojo, pero hay que saber que cuanto más blanco mejor (al menos desde la óptica de un juez especializado).