Tienen además un pecho amplio y un abdomen abultado. Por otro lado, la cabeza de estos animales es muy especial, ya que tienen pómulos salientes y orejas grandes, y su forma es triangular y angulosa. En cuanto al color de la piel, estos gatos pueden llegar a tener cualquier tono, incluidos los del gen siamés.
Está a la vista el hecho de que estos gatos tienen como característica representativa de la raza la falta de pelo primario, pero a veces en algunos de ellos puede manifestarse algo de pelo secundario, en forma de algo de pelusa en la cara, orejas, dorso, miembros y cola, además de cejas o bigotes incompletos.
La falta de pelaje hace que sean gatos muy sensibles, y a los cuales hay que proporcionarles muchos cuidados. Entre ellos podemos nombrar el limpiar su piel frecuentemente, ya que las glándulas sebáceas suelen ser muy activas y formar una capa grasosa sobre la piel del gato, por lo que la falta de limpieza produciría olor rancio. Además, hay que evitar que este tipo de animales se exponga al sol, porque sufren en temperaturas extremas.