
Y es que es lógica esta imagen que ha cosechado el perro, debido a que además de su simpatía y su belleza, ha sabido formar a partir de sus características una imagen de guardián fiel de su hogar y sus dueños; por eso mismo es de los preferidos a la hora de adquirir una mascota.
Dentro de las razas más bellas de perros, podemos encontrar al denominado setter irlandés, que con su porte y belleza ha logrado obtener un lugar destacado dentro de la “aristocracia perruna”; su pelaje sedoso y con brillo es simplemente hermoso, y la suavidad de sus movimientos (una de las principales características que lo diferencian de otros setter), que está relacionada por la específica crianza que recibió esta raza para poder desplazarse por los sinuosos y pantanosos caminos de Irlanda, hacen que este perro sea sumamente veloz y sofisticado.