
Los nutrientes necesarios y las defensas apropiadas hacia el mundo exterior se podrá adquirir con la leche materna. Un dato que no es menor, es que las perras nunca rechazarán la crianza de un perro recién nacido. Es muy simple reconocer cuando se tiene que terminar el momento de amamantar de la madre, ya que ella misma los rechazará como consecuencia del dolor que le generará en las glándulas mamarias los dientes de los perros.
Una vez que se produjo el destete, se le puede pasar a darle alimento balanceado a los perros, aunque en un comienzo todo debe estar remojado con leches maternizadas, debido a que los componentes pueden resultar muy duros para los perros que recién empiezan a tener los dientes en su cuerpo.
Para concluir, hay que decir que no hace falta darle al perro chico el mismo alimento de otro perro de mayor tamaño que ya haya en el hogar. Esto podría generar un capricho en la mascota más grande, y además, el cachorro necesitará una comida especial. Hay que tener en cuenta que la alimentación correcta va a marcar el apropiado crecimiento del perro.