Perros y gatos son mascotas espectaculares, pero así como tienen muchísimos puntos a favor también los tienen en contra. Los ladridos y maullidos constantes pueden ser insoportables, y existen ciertas conductas que pueden ayudar a que los animales dejen de hacer ruido constantemente.
En el caso de los perros, lo mejor que pueden hacer es sacarlos a hacer ejercicio a diario para que se cansen y no quieran ladrar a menos que sea necesario. Muchas veces el animal sólo quiere que lo mimen un poco, así que lo mejor es darle unas caricias para que se calle. En el caso de que los ladridos no detengan hay que provocar un ruido molesto que los incomode, de modo que aprendan que ante los ladridos aparecerá este “castigo”.
Para los gatos suele ser más sencillo terminar con los maullidos. El felino siempre requiere de muchísima atención, y lo mejor que pueden hacer cuando el animal no deja de maullar (a pesar de haber recibido atención o comida) es ignorarlo. De esta manera la mascota comprenderá que el maullido constante no le resultará siempre beneficioso.