Una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta al momento de adoptar una perra es el celo. Dicho momento de “revolución sexual” presenta cambios en el comportamiento del animal, aunque puede prevenirse. Existen dos métodos seguros que ayudarán a evitar el celo en las hembras.
Por un lado se les puede administrar unas pastillas que trabajan como inhibidoras del ciclo hormonal. Antes de que la perra comience a ingerir los comprimidos es necesario que un veterinario de confianza la revise y analice los posibles efectos secundarios ya que la ingesta prolongada de fármacos puede dañar la salud del animal.
Lo más recomendable es operar a la perra. Si se tiene la certeza de que nunca se la utilizará como animal de reproducción es una alternativa que permitirá evitar el celo y los inconvenientes que éste acarrea. De todos modos, antes de la intervención también se debe realizar una consulta con el veterinario para que evalúe si el animal se expone a algún riesgo antes de la cirugía.