
Es por eso que debe se debe le instruir una serie de parámetros necesarios para lograr una convivencia adecuada entre animal y humano. Es decir, debe aprender una rutina fija mientras uno este dentro o fuera de la casa.
El primer punto es que tenga un espacio propio donde se sienta seguro, “una guarida”, que puede ser una casa o una jaula dependiendo del tamaño. Al principio no podrá asimilar la idea de estar bajo 4 paredes tan juntas, pero poniendo dentro de su recinto juguetes con comida secuencialmente. Por ejemplo, en primer día a la entrada, después un poco más adentro y finalmente al fondo de lugar.
Acostumbrarlo a hacer sus necesidades en otro lugar específico es otro elemento importante mientras uno esta monitoreándolo, de tal manera que cuando este solo, lo haga automáticamente y cuando sea así felicitarlo con cariños, comida y juguete.
No olvidar, además de dedicarles un tiempo para la diversión sobretodo durante el día y la tarde, que son los momentos en donde más activos de se encuentran.