
Como factores que contribuyen la pancreatitis pueden incluir, las infecciones y las lesiones graves de los páncreas, la obesidad, la diabetes, una dieta alta en grasas y baja en proteínas, y los trastornos metabólicos, como, hiperlipidemia (alto nivel de lípidos en la sangre) e hipercalcemia (alto nivel de de calcio en la sangre).
En general, los perros de mediana edad o mayores, y el sobrepeso se encuentran para ser más propensos a sufrir pancreatitis. Además, algunas razas de perros son sospechosos de estar genéticamente predispuestas a desarrollar la enfermedad.
La incidencia de pancreatitis se ha encontrado en razas como: Schnauzer, Yorkshire terriers y Dachshunds. Algunos medicamentos como: uso de la prednisona, azatioprina, y más de los suplementos de calcio también puede aumentar el riesgo de desarrollar pancreatitis.
Los síntomas de la pancreatitis en perros
La pancreatitis puede ser aguda o crónica. La pancreatitis aguda puede ocurrir de repente, con síntomas severos o intensos de dolor abdominal, diarrea, vómitos, distensión deshidratación, dolor abdominal y pérdida de apetito. Los dueños de mascotas también se puede observar un aspecto encorvado y los ojos hundidos en sus perros.
La pancreatitis crónica por el contrario, se desarrolla lentamente, y se caracteriza por síntomas menos intensos que en el caso agudo. Si la pancreatitis es muy grave, se puede llegar a dificultades para respirar en las arritmias, sepsis y problemas del corazón. Las enzimas digestivas segregadas por el páncreas, también puede dañar los órganos circundantes.