27 septiembre 2011

Nuestra mascota también puede deprimirse

Aunque nos parezca extraño nuestra mascota también puede sufrir una depresión, esto puede ser debido a componentes genéticos o factores externos como una falta de atención, soledad, cambios bruscos de rutina y más aun por maltrato. Aunque lo más habitual es que afecte a mascotas como perros y gatos, también puede presentarse en reptiles y aves, realmente ningún animal esta fuera de peligro ante este desorden emocional.

Podemos detectar un estado depresivo o ansiedad en nuestra mascota con síntomas como la bajada de la actividad física, apatía, sueño constante, falta de actividad de juego o por el contrario con hiperactividad o insomnio.

En los perros y gatos más concretamente tienden a morderse las pata, lamerse continuamente una zona determinada del cuerpo, comerse las uñas o mordisquearse la cola. En el caso de las aves pueden llegar a arrancarse sus propias plumas creándose zonas descubiertas incluso completamente peladas.

Este tipo de trastornos debe ser tratado con medicación especifica y terapias de conducta donde participe el dueño de la mascota, esto puede ayudar a cambiar el entorno que crea malestar al animal. En el caso de que la depresión este determinada por un componente genético es más complicado de combatir pero un especialista podrá valorar los posibles tratamientos.