
También se aconseja que se les incremente tanto la cantidad como la calidad de la actividad física que realizan estos perros. Con caminatas y juegos, podemos conseguir que empiecen a quemar calorías. Hay que tener en cuenta que el peso normal de un perro labrador debe estar entre los 27Kg y 34Kg en los machos, y 25Kg y 32Kg en las hembras.
Una dieta controlada tanto en la cantidad como la calidad de la alimentación que le damos a nuestro labrador, la ausencia total de golosinas y azúcar (son perros muy golosos) y una buena actividad física permitirán que nuestro labrador tenga menos posibilidades de sufrir algunas de las enfermedades más habituales de esta raza, como displasia de cadera o de codo, influidas en buena parte por la tendencia a tener quilos de más. Es importante que podamos prevenir las consecuencias que tendrán cuando nuestra mascota sea mayor.