
Para cepillar a nuestro gato es importante que no le hagamos daño, así que empezaremos por usar un peine de dientes separados, de manera ligera por encima de su pelaje. Así no lo tomará como algo traumático, y lo tomará como un mimo que le hacemos. Si la primera experiencia de nuestra mascota no es un trauma conseguiremos que después se deje cepillar más a fondo.
Para cepillar correctamente a nuestro gato es importante que empecemos desde el cuello hacia el pecho, sigamos con su cabeza, la espalda, los muslos y las patas traseras. La última parte de su cuerpo a peinar debe ser la cola. Es importante que establezcas esta rutina, y también una de horario en el que hagas el cepillado. De esta manera, el gato se sentirá más seguro y relajado porque será algo habitual para él.
Naturalmente, es esencial que mientras lo cepilles le mimes y le des caricias. De esta manera, no rehuirá nunca que le peines.