
A las garrapatas les atrae el movimiento y el calor corporal de ciertos mamíferos y en el caso de los perros, a menudo se adhieren en zonas con poco pelo o en grietas.
Algunas de las zonas más comunes son las orejas y alrededores, entre los dedos, entre los pliegues cutáneos y en la parte interior de las piernas.
Existen distintos tipos de garrapatas y, según la especie, la vida de ésta puede variar entre varios meses o incluso años. Además, las garrapatas adultas hembras pueden poner cientos de miles de huevos a la vez y son transmisoras de un gran número de enfermedades.
La mayoría de enfermedades transmitidas por las garrapatas pueden durar varias horas en transmitirse, con lo cual es muy importante detectar a tiempo la presencia de las mismas y eliminarlas para reducir el riesgo de infectar a nuestro perro.
Los síntomas de la mayoría de las enfermedades transmitidas por garrapatas incluyen fiebre y letargo. También pueden causar debilidad, cojera, inflamación de las articulaciones y anemia.