03 marzo 2012

Bañar a un perro nervioso o ansioso

Normalmente, bañar a un perro, no implica ningún tipo de problema, a menos que se trate de un perro nervioso, ansioso o asustadizo. Para evitar complicaciones durante el aseo de nuestra mascota, lo haremos de tal forma, para que sea un momento más tranquilo y relajado.

Con mucha paciencia y cariño se pueden conseguir resultados magníficos y tener un perro saludable, tranquilo…y limpio.

Para conseguirlo se recomiendan seguir los siguientes pasos:

Es bueno ir acostumbrando al perro a meterse en la bañera (sin que sea la hora del baño) por su propio pie y recompensarle por ello. Repetir varias veces al día o a la semana durante distintos espacios de tiempo.

Antes de proceder al baño, es recomendable cepillar al perro para eliminar los pelos sueltos y parte de la suciedad incrustada en ellos. El cepillado, además, es una forma de relajar al animal.

Deberemos tener todo el material necesario para el baño, secado y cepillado, para no tener que dejar al perro solo en ningún momento. (Toalla, secador, cepillo, champú…)

Para evitar que le entre agua en los canales auditivos le colocaremos bolas de algodón en los oídos. En caso que el perro no se deje, iremos con mucho cuidado, evitando mojar las orejas. Las limpiaremos después con un paño húmedo y jabón especial “sin aclarado”.

No tirar el agua directamente en el cuerpo del animal, ir mojando poco a poco para que se acostumbre y no se asuste.

Una vez terminado el baño, lo secaremos bien con la toalla (si es invierno secar con el secador a una distancia prudente para no quemarle el pelaje o la piel). Después, dejar que vaya fuera a sacudirse, si lo necesita. También se le quitarán las bolas de algodón de los oídos, si es que se las hemos puesto.

Finalmente, jugar un rato con él y darle una golosina por su buen comportamiento y superar el momento del baño pacíficamente.