A continuación se explican algunos de los fallos más habituales y que debemos intentar evitar:
No hagas caso de las experiencias de otros dueños ya que cada perro es diferente y no reacciona igual ante la misma situación. Una misma cosa puede servir a unos perros y a otros no.
NUNCA trates a tu perro como a una persona ya que en el futuro puede desarrollar muchos problemas de comportamiento. Por ejemplo: cuando es pequeño es muy tierno tenerlo dormido en los brazos o con nosotros en nuestro sofá, o incluso en nuestra cama, o darle de comer cuando estamos en la mesa…¿Te hará la misma gracia cuando se suba a tu cama y pese 40 kilos, tenga las patas llenas de barro o quieras sentarte en tu sofá y te gruña porque él considera que es suyo…?
Escoge qué palabra y qué gestos vas a utilizar para cada orden y no los cambies, siempre deben ser los mismos, ya que algunas personas lo cambian y confunden al animal, algo que le desmotiva mucho.