Las mascotas, como perros y gatos, se ven afectadas por la mala calidad del aire. La contaminación puede provocar serios problemas a los perros y los gatos. Así están expuestos a sufrir enfermedades respiratorias por la polución de partículas de polvo y la mayor cantidad de monóxido de carbono y de microorganismos en el ambiente.
Por todo ello, los especialistas consideran más que necesario tomar algunas medidas para que perros, gatos y otras especies no se vean afectados por la mala calidad del aire, sobre todo, en las ciudades.
En primer lugar, las partículas de “smog” producen irritación de las vías respiratorias en los animales que pueden provodar inflamaciones y secreciones de las mucosas, dejándolos propensos a adquirir otro tipo de afecciones respiratorias, como bronconeumonía y rinotraqueitis.
Estas enfermedades pueden afectar a la parte inferior del sistema respiratorio, dañando pulmones, bronquios y alvéolos, provocando tos y problemas para respira.
Asimismo, el smog provoca irritación ocular, mucosidad nasal, dificultad respiratoria, decaimiento, aumento de temperatura, tos seca o productiva, , dolor muscular, poco apetito y vómitos. En el caso concreto de los gatos, se da secreción nasal, ocular aumento de temperatura y de apetito, estornudos y decaimiento general.
Por otro lado, hay razas de perros que presentan una cavidad nasal más corta por lo que presentan menor filtro o barrera frente a la contaminación del aire Las razas que más padecen con la contaminación son Bulldog, Pug, Boxer y Pekinés. En relación a los gatos, la raza persa es una de las que más sufren con la polución.
De este modo, resulta conveniente evitar en días de excesiva contaminación del aire el ejercicio extremo, mantener las casas perfectamente ventiladas, sin polvo ni humo de tabaco, pues pueden ser irritantes especialmente en mascotas que ya se encuentran enfermas.
Por último, se deben suministrar suplementos vitamínicos a las mascotas de más edad pues más propensas a desarrollar cuadros respiratorios. También hay que evitar los cambios bruscos de temperatura.