Científicos húngaros adscritos a la Academia de Ciencias de su país confirman que los perros son capaces de leer las emociones humanas, de la misma manera y precisión con la que lo hace un niño de entre 6 meses y 2 años de edad.
Para poder comprobar este hecho insólito, dichos científicos observaron, analizaron y se documentaron sobre los movimientos oculares de perros que estaban viendo una videograbación de personas dando vueltas alrededor de objetos de plástico.
Cuando una de las personas decía “¡Hola perro!” en un tono de voz amigable y mirando fijamente a la pantalla (a los ojos del animal), para seguidamente darse la vuelta y volver hacia el objeto, los perros tendían a desviar su mirada hacia el objeto, algo que no pasaba cuando la persona decía “Hola Perro” en un tono de voz más calmado y evitando el contacto visual.
Dicho estudio fue publicado en la revista Current Biology y Jozsef Topal, uno de los participantes, aseguró que “la utilización de señales ostensivas es uno de las evidencias de que los perros comparten con los niños estas habilidades cognitivas sociales: los perros, así como los bebés humanos, son sensibles a señales que significan intentos de comunicación”.