Estamos a punto de que lleguen las fiestas navideñas. Durante estos días se suelen hacer todo tipo de regalos con ocasión de Papá Noel y los Reyes Magos. Mucha gente decide regalar una mascota a sus hijos, su mujer, su marido, sus padres, sus amigos o sus compañeros de trabajo. Se trata de un regalo que sigue siendo un referente, pero que debe ser meditado.
En primer lugar, hay que tener en cuenta un aspecto fundamental. Si se decide regalar una mascota a alguien se debe estar plenamente seguro que dicha persona quiere tener un animal de compañía en su hogar. Para ello, recomiendo sondear a dicha persona o bien estar atento a lo que dice o su forma de pensar. Sería un grave error regalar una mascota a alguien que no desea tener un animal doméstico.
Luego, dando por sentado que dicha persona estaría encantada de tener una mascota, hay que decidir que animal de compañía resulta el más adecuado. No es lo mismo regalar un gato o un perro que una tortuga, un hámster, un hurón o un pájaro. Para acetar, recomiendo conocer bien a la persona y tener en cuenta las características de su hogar y su disponabilidad tanto de tiempo como de dinero. No se puede regalar por regala, hay que meditar bien el animal que vamos a elegir.
Otro aspecto fundamental es decidir si regalamos un animal ya aduto o un cachorro. Ambas opciones pueden tener sus pros y sus contras, dependerá mucho del animal en cuestión y de la persona a quien regalamos. Así, si es un niño le haría mucha más ilusión un cachorro.
Además, hay que tener en cuenta si la mascota regalada será la única en el hogar o tendrá compartir un espacio con otra mascota. Es un dato importante pues puede traer problemas.
Por lo tanto, lo más aconsejable es aplicar el sentido común a la hora de regalar una mascota por Navidad. No hay nada peor que regalar una mascota a alguien que no la quiere o que canse de ella al cabo de pocos meses. Tenerlo muy presente durante esta Navidades.