Los perros, los gatos y los roedores suelen ser mascotas habituales en nuestros hogares. Siempre resulta positivo tener un animal doméstico si bien en ocasiones pueden ocasionar molestias, aunque podemos solucionarlas siguiendo una serie de consejos.
En primer lugar, si las jaulas de los hámsters van a estar en el exterior de la vivienda hay que escoger una ubicación seguroa. Si se colocan en el interior, el sitio no debe ser excesivamente alto para evitar peligrosas caídas; podrían hasta morir por una caída desde una altura considerable.
Asimismo, recomiendo no colocar la jaula en los dormitorios ya que estos roedorse hacen excesivo ruido por noche y además el olor de las jaulas puede ser fuerte. Hay que limpiarlas a diario.
Por otro lado, no hay que poner plástico en ninguna jaula pues muchos hámsters lo comen. Así, los recipientes para el agua y la comida deben ser de cerámica o metal.
Además, hay que vigilar las jaulas para evitar que se escapen. Estos roedores cavan rápidamente e, incluso los de tamaño más grande, se las ingenian para pasar entre las varillas. Son más listos de lo que parecen a primera vista.
Por otra parte, en ocasiones, tantos los perros como los gatos, se suben a los sillones. Ello puede resutar molesto o dejar sus marcar en ellos. Con el objetivo de evitarlo se pueden colocar trozos de papel de aluminio; el brillo y el ruido los asustará y no subirán.
Otro aspecto molesto de las mascotas son sus pelos. Para sacarlos, sugiero cubrir la palma de la mano con cinta engomada y pasarla por cortinas, tapizados y colchas. También funciona pasar una amplia y áspera esponja mojada con un poco de vinagre de alcohol. Finalmente, los guantes humedecidos con vinagre o agua permitan levantar el pelo adherido en varias superficiles del hogar.