Las peleas entre cachorros hermanos son una conducta habitual entre todos los perros cachorros. Los propietarios que han adoptado una pareja o más de cachorros hermanos, viven con mucha preocupación y sufrimiento las frecuentes peleas que se suceden entre ellos.
Las peleas entre cachorros suelen aparecer durante el juego alrededor de la tercera o cuarta semana de vida y conllevan la formación de un orden de rangos entre los hermanos de la camada. Este orden se va a mantener a lo largo del tiempo para establecer el orden en la jerarquía de la manada.
En la naturaleza salvaje, los cachorros irán estableciendo el orden jerárquico entre ellos, mediante las peleas, pero los perros que conviven con humanos sufren la “contaminación” humana, pues la lógica lleva a los propietarios a interferir en este proceso, queriendo “poner paz” y establecer normas igualitarias provocando así una confusión y desorden en la estructura de la manada. Lo único que conseguirán estos propietarios es que las peleas duren a la largo de la vida. En cambio, si deja que los cachorros establezcan mediante las peleas los rangos, las peleas acabarán sin más cuando los rangos estén perfectamente establecidos.
Aunque como propietario sufras por las peleas, intenta no pensar como humano, y piensa más como un cánido: nunca puede haber igualdad entre perros, y esto no supone un problema para ellos, al contrario, mostrará una jerarquización sana. Piensa que en los perros no existen sentimientos humanos, no son racionales, son instintivos.
¿Cómo debes actuar ante las peleas entre cachorros?
Acepta su naturaleza y, aunque te duela, permite que los cachorros aprendan a asumir su rol. Para ello, observa a los cachorros y analiza quién se erige como dominante, y quien o quienes son más sumisos. No es positivo interferir regañando, al contrario, ayuda a que asuman los roles potenciando la dominancia en el más dominante: intenta dar de comer antes al cachorro dominante, no regañes las conductas de peleas, intenta acariciar/premiar primero al cachorro dominante, etc.
Soy consciente de que puede ser un proceso desagradable y en el que se sufre, pero debemos respetar la naturaleza canina, ayudando y no contaminando con actitudes humanas.