Aunque el gato es un animal extremadamente limpio, es conveniente hacer un cepillado periódico de acuerdo a las necesidades. En los gatos de pelo largo el cepillado debe hacerse en forma diaria o día por medio (a pelo y contrapelo) para eliminar los pelos sueltos y evitar que el gato al lamerse se los trague, y se forme un bolo fecal. Hay que desenredar y tratar de deshacer los nudos o pelos apelmazados en forma muy suave, se puede utilizar para este fin un peine para nudos, que tiene filo en uno de los bordes de los dientes.
En los gatos de pelo corto esta tarea se puede hacer una o dos veces por semana, y se hace en la dirección de los pelos.
Además del efecto higiénico esta maniobra tiene un efecto muy placentero para el gato. Los implementos que se utilizan pueden ser distintos tipos de peines de metal y cepillos de cerda dura o de alambre del tipo Cardina. Toda esta tarea, es conveniente hacerla sobre un papel de diario o una superficie lavable.