Este tipo de reacción de nuestra mascota se debe a un prurito auricular, el animal se auto produce la dolencia sin intención de hacerlo.
Generalmente se presenta en una de las orejas y es producida por ácaros sobre todo en los gatos, la seborrea puede ser otra de las causas, infecciones bacterianas, alergias y patologías como la otitis.
El animal suele comenzar por rascarse de manera contínua o mover la cabeza en forma constante, también restregar la oreja sobre el piso para aliviar la picazón, ante esto puede formarse una acumulación de sangre y líquido en el pabellón de la oreja, lo que produce la inflamación y la hematoma.
El tratamiento consiste en primer lugar en curar la causa y luego puede hacerse, si es necesario, un procedimiento quirúrgico para drenar el contenido hemorrágico y conseguir que los tejidos vuelvan a unirse.
Muchas veces, solucionado el problema que originó la otohematoma, si no es demasiado grande se reabsorbe por sí sola, de lo contrario se debe hacer una cirugía para solucionar el problema de inflamación drenando el líquido y la sangre.
La prevención es fundamental en este tipo de enfermedades, mantener los conductos auriculares limpios y realizar un control periódico de las orejas, sobre todo en razas como el cocker y caniche que tienen tendencia a sufrir de otitis.
Via: mejoresmascotas