17 abril 2010

Gatos: su relación con los perros

No siempre el refrán de “Llevarse como el perro y el gato”, debe de significar ser enemigos, todo es cuestión de paciencia y socialización y el tiempo hará el resto, pudiendo llegar a convertirse en grandes amigos.

Tanto los perros como los gatos son predadores por naturaleza y el instinto es el que prima a la hora de alcanzar a la presa; en los perros no es difícil de controlar, si más en los gatos, pero se puede conseguir.

Ante todo es necesrio respetar sus diferencias y saber cual son los límites de cada uno de ellos. La primera impresión al verse es la desconfianza, en especial por parte del gato, pero la domesticación ejerce un papel importante y estos hábitos pueden llegar a cambiarse.

En cambio si se acostumbran desde cachorros, la socialización será más fácil y podrá darse una convivencia en armonía, aunque no quiere decir que no puedan adaptarse de adultos, pero aquí todo dependerá del carácter de cada uno de ellos.

Los cachorros piensan más en jugar que en cazar y a medida que van creciendo juntos dejarán establecidas sus jerarquías y su lugar y no será difícil en poco tiempo, verles juntos a cada momento, jugando o durmiendo, convertidos en inseparables amigos.