Aunque su pelo no necesita atenciones como los de otros perros, no dejes que se maltrate a sí mismo con el paso del tiempo. Cepíllalo periódicamente, utilizando cepillos especiales de acuerdo a las necesidades particulares del can.
Por otro lado, no descuide la necesidad de ejercicio físico que tiene el organismo del Pitbull. Sácalo a correr en paseos diarios de por lo menos una hora.
Deja que te acompañe, incluso, al mismo ritmo de tus caminatas y trotes. Esto, además de mejorar su circulación y su musculatura, lo ayudará a socializar más.
Aunque tambén es importante cuidar que no se pelee, como suele suceder, con otros perros que puedan andar por ahí.