
Casos como estos se han dado en muchos perros y los veterinarios suelen comentar a los dueños la necesidad de vigilar su salud osea ya que un perro con problemas óseos, si se detecta a tiempo, es fácil de solucionar, o al menos de impedir que el animal sufra en demasia.
Lo más seguro es que le hagan una radiografía y un análisis de sangre para ver el nivel de calcio. Por lo demás, es sólo observación.
Por supuesto, este problema también lo pueden tener otros perros.