30 junio 2010

Mascotas: La tos de la perrera

Ahora que tenemos vacaciones o estáis pensando en iros, os veis con el problema de que no podéis llevaros a vuestro simpático compañero y lo queréis dejar en una residencia. Quizá os pongan la pega de que no os lo acogen porque no está vacunado de la “tos de la perrera”.Pero, ¿realmente que es?

Es una traqueobronquitis o lo que es lo mismo una inflamación de la traquea y los bronquios de origen infeccioso. Pero para entendernos entre nosotros, la gente de a pie, es como si el perro quisiera echar algo que tiene atragantado en la garganta y tose con una pequeña dificultad. Este es uno de los síntomas, pero hay más, entre los que se encuentran:

Tos seca, que a veces llega a producir vómitos y que puede persistir varios días.
Al hacer ejercicio puede tener esta tos acompañada por ruidos característicos de bronquitis.
Hipertermia (subida de temperatura corporal).

Anorexia y apatía.

Hay que resaltar que los cachorros son más propensos a padecerla ya que su sistema inmunológico todavía está sin desarrollar totalmente.

Los adultos por el contrario tienen una protección pasiva más alta debido a contactos repetidos con el agente infeccioso.

El principal agente causal es una bacteria llamada Bordetella Bronchiseptica. Aunque hay por ahí otros virus que nos se quedan cortos, aunque la bordatella se lleve la palma, como el virus de la parainfluencia canina, adenovirus canino de tipo 2 (cav-2) y el virus del moquillo aunque en menos grado. También estos gérmenes pueden asociarse con agentes patógenos entre bacterias y virus (herpes canino y reovirus canino).

¿Pero que es lo que la produce?
La Bordetella Bronchiseptica disminuye durante aproximadamente unas tres horas el movimiento normal de los cílios que recubren el sistema respiratorio, también disminuye la función de células encargadas de destruir las bacterias.

La principal forma de transmisión es por contacto directo con otros perros, aunque hay otros animales que pueden ser transmisores como gatos, roedores y conejos. No existe riesgo de contagio para las personas.

Para prevenirla lo mejor es la vacunación, que será administrada por vía subcutánea.

En los cachorros
, por lo expuesto anteriormente es más que recomendable, si van a estar en compañía de simpáticos amigos en la residencia. Se realizará la primera vacunación con dos dosis, con 3-4 semanas de intervalo y se recomienda administrar refuerzos anuales.

En los adultos la vacunación se deberá hacer antes de los inviernos.