Tener un perro implica una responsabilidad a la hora de cuidarlo. No es sólo darle de comer, sacarlo a hacer sus necesidades y jugar un rato con él sino que, además, también requiere que se le mantenga limpio y cuando el perro lleva un tiempo en casa, con el día a día, aunque salga poco y no se manche, también necesita de un baño (ellos mismos te lo piden cuando quieren uno mediante su comportamiento, generalmente cuando empiezan a rascarse demasiado).
Es por eso que uno puede pensar que se puede bañar a un perro siempre que se quiera pero en realidad no es así. No es bueno bañarlo a menudo porque entonces perjudicamos su cuero cabelludo (es decir, su pelo) y también la piel. Si es cierto que los perros huelen después de tres o cuatro días de lavados y más si encima les ha llovido pero no sería adecuado, como muchos hacen, bañar al perro una vez a la semana.
El periodo mínimo que ha de transcurrir entre baño y baño es de cuatro semanas. En ese tiempo puede haber pasado algo que haga que tengamos que bañarlo, es inevitable si hablamos de animales, pero por lo general, deberíamos esperar un mes para darle otro baño.
¿Qué hacer entonces con el olor? Pues para eso están las colonias y perfumes para perros (nunca las de humanos porque el alcohol que contienen podría quemar el pelo del perro). Y, si no, un poco de ambientador por la casa (si le cae al perro no pasa nada) que también ayuda.