Sumar una mascota a la casa es fantástico, ya que le brinda otro tipo de energía al hogar y contagia de alegría a los miembros de la familia. Sin embargo hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes de su educación, especialmente si se trata de un perro cachorro.
Una de las tareas más importantes es la de acostumbrar al animal para que tenga un determinado comportamiento. Esto se conoce generalmente por el término de “deshabituación” y consiste básicamente en enseñarle al can a que no haga sus necesidades dentro de la casa. Algunos perros aprenden más fácil, mientras que a otros les lleva más tiempo asimilar los conocimientos.
A nadie le gusta cuando las mascotas ensucian en el hogar, pero debe ser el amo quien le enseñe dónde debe orinar o defecar. En el caso de que tengan una casa con patio la tarea será más sencilla, ya que el perro comprenderá enseguida que posee un espacio verde al cual acudir en cualquier momento para hacer sus necesidades.
Por el contrario, si viven en un edificio de apartamentos, hay que imponer un horario de salidas al parque para que la mascota comprenda que ése es su momento para evacuar. Obviamente, es necesario que los amos sean constantes y que respeten dicho “calendario”, porque así el perro podrá asimilar rápidamente la nueva costumbre.
Cabe destacar también que hay que tratar de acostumbrar al can a hacer sus necesidades fuera de la casa desde que es muy cachorro, porque de lo contrario la deshabituación será mucho más difícil. Además, hay que premiar al animal cada vez que haga la tarea correctamente e imponer castigos (no violentos) cuando ensucie dentro del hogar.
Tal como decíamos anteriormente, a algunos perros les resulta más fácil aprender mientras que a otros les lleva más tiempo, pero es esencial que el amo sea paciente y les enseñe dónde hacer sus necesidades correctamente.