Cuando llega el invierno comienza la temporada en la que suele ser habitual que los gatos se resfríen, algo que suele suceder también en los humanos y que no debería ser un problema importante. Es interesante poder evitar el resfriado de nuestro gato, para que a lo largo del invierno no tenga ningún problema de salud a causa del intenso frío y del cambio de temperaturas.
A pesar del grueso pelaje del gato, nuestras mascotas felinas no soportan muy bien las corrientes de aires, que se deben evitar durante todo el año y especialmente cuando llega el invierno. Colocar la cama de nuestro gato durante el día en una corriente de aire es realmente perjudicial para su salud y lo deberemos evitar en todo momento.
Para evitar los resfriados es importante que nuestro gato esté perfectamente alimentado, con alimentos que le garanticen el aporte de vitaminas adecuado. Las vitaminas ayudan a nuestras mascotas a evitar en buena medida el resfriado y otras enfermedades de carácter leve. Siempre la buena alimentación es la base fundamental para que la vida de un gato pueda ser prolongada y con una calidad perfecta.
Se recomienda colocar una manta en la caseta del gato o bien ponerle una cama con algo más de abrigo, para que el gato pueda estar durante la noche bien abrigado, que es cuando hace más frío. De esta manera podremos evitar los resfriados felinos, que son muy comunes en esta época del año, especialmente en zonas frías.