05 noviembre 2010

Problemas articulares en los animales viejos

La artrosis (degeneración del cartílago articular) aparece de manera progresiva con la edad y afecta, con más facilidad, a los perros de grandes razas.

Es más que fundamental, entonces, observar bien a nuestras mascotas de compañía con el propósito de poder ayudarlos y acompañarlos, detectando la enfermedad de forma temprana ni bien aparecen los primeros síntomas, con la finalidad de asegurarles una buena calidad de vida por el máximo de tiempo posible.

Lo importante es motivar a su perro a movilizarse y a salir de paseo, adaptando estas salidas a su estado actual. Los paseos deben ser más frecuentes pero las caminatas deben ser más cortas. Hay que prestar atención en estimularlos teniendo la precaución de estar atentos a su dolor, debemos ser prudentes y no forzarlos ya que cualquier exceso podría perjudicarles la salud.

Por otra parte, podemos mejorar su movilidad ayudándolos con un complemento alimenticio. Existen algunos complementos naturistas como, por ejemplo, una planta llamada "uña del diablo" que posee un efecto antiinflamatorio. Por supuesto, en la medida que la enfermedad del perro empeora, podemos consultar con el veterinario para que nos aconseje qué clase de medicamentos antiinflamatorios podemos suministrarle. Estos medicamentos cumplen la función de reducir la inflamación al mismo tiempo que ayudan a calmar los dolores.

Tampoco debemos olvidarnos de los gatos. Los gatos, a pesar de las apariencias, se ven muy afectados por este problema. Según un estudio reciente, se reveló que más de un 90% de los gatos mayores de doce años son atacados por la artrosis, así como un 40% de los que poseen más de seis años y medio de edad ya comienzan con este problema.

Lamentablemente para nuestros felinos, esta enfermedad suele pasar inadvertida. Debido a su soltura natural y a su paso ágil, el cuadro de la enfermedad suele verse "enmascarado".

Un buen veterinario que conozca lo suficiente sobre los movimientos de los gatos podrá orientarnos y hacer un buen diagnóstico sobre los eventuales problemas inherentes al aparato locomotor de nuestro gato. Es conveniente, además, consultar con el profesional acerca de la alimentación más adecuada para nuestra mascota.