Como nos ocurre a las personas, las mascotas en la época de otoño también tienen un comportamiento diferente en el pelo, la mayoría de los casos debido a que se preparan para el invierno, algo que el propio organismo intuye y que lleva a cabo.
Es por eso que, muchas veces, en la época de septiembre-octubre, los animales sufren caídas de pelo, una muda hablando de otra forma, para dejar crecer un pelo más fuerte y espeso con el fin de protegerse del frío que puede venir con el invierno.
En estos casos es importante el cepillado diario que permite al animal deshacerse del pelo muerto y sin vida y llegar a mudar el pelo mucho más rápido que si no lo hiciéramos. En este sentido, tampoco sería adecuado cortarle el pelo en esos meses ya que lo que se trata es que se le vaya cayendo y dejando un pelo más tupido para que no pase frío, aunque si el perro o el gato tiene mucho pelo lo normal es que se le acabe cortando algo más adelante.
En cuanto a otras mascotas ocurre lo mismo, por ejemplo, los pájaros, comienzan la muda de sus plumas y dejan de cantar (mientras mudan plumas no cantan). En este periodo es bueno darles vitaminas para que se recuperen pronto y observarles por si tiene comportamientos extraños.
También los roedores cambian un poco el pelo aunque depende de donde estén (el ambiente, si es frío o templado), aunque, en estos casos, la percepción a veces no es tan visible como con otros animales.