La piel y el pelaje de tu perro son la primera barrera de protección que éste posee contra los parásitos, hongos, bacterias y virus. Debido a esto. es muy importante fijarse constantemente en la salud de la piel y pelo de nuestra mascota.
Una piel y pelo en malas condiciones nos advierten de algunos problemas como:
-Presencia de parásitos.
-Presencia de hongos, levaduras y bacterias.
-Carencias nutricionales.
-Problemas hormonales.
-Enfermedades crónicas, tumores, etc.
Piel:
Sana: Se muestra suave, con un color levemente rosado y elástica.
Enferma: Puede estar con decoloraciones o hiperpigmentada, con grasitud excesiva, tumores, caspa, mal olor, etc.
La piel de tu perro puede reaccionar de muchas formas a los distintos agentes y causas que pueden afectarle. Por éste motivo es importante que cualquier problema u anomalía sea vista por un médico veterinario, para así aclarar el origen del problema. En muchos casos podría tratarse de enfermedades en que la piel es sólo uno de los órganos afectados.
Elasticidad: La piel debe mostrarse elástica en todo momento. Esto se verifica levantando con los dedos un trozo de piel de tu perro y luego soltándola. En estado normal, debe volver a su posición inicial en menos de 2 segundos. Tiempos mayores evidencian una situación de deshidratación en tu mascota. El grado de la misma deberá ser evaluado por un médico veterinario.
Pelaje:
El pelo del perro es un excelente aislante del frío y protector contra la lluvia.
Sano: El pelo sano debe estar firme y brillante.
Enfermo: El pelo se observa opaco, quebradizo y/o se puede sacar fácilmente si los tiras con tus dedos.
Consejos importantes: El pelaje es uno de los órganos más visibles de tu perro, y además, es en uno de los que primero evidencian un estado patológico o carencial. Por ésta razón, debes estar atento a sus cambios y recurrir lo antes posible a tu médico veterinario, para solucionar un problema que podría ser mucho más complejo de lo aparece a simple vista.