Al igual que las personas es muy común que los animales domésticos se enfermen, y requieren del mismo cuidado y atención que precisamos nosotros. El problema está en que muchas veces nos damos cuenta de nuestras mascotas están enfermas cuando ya es demasiado tarde.
Para no ser aislados de su grupo social los animales suelen ocultar los síntomas. Las aves, por ejemplo, no quieren ser apartadas y tratan de comportarse normalmente. Pueden darse cuenta de que algo no está bien cuando rehúsa a alimentarse, a cantar o tienen una movilidad más reducida a la normal.
Los peces también son susceptibles a enfermedades y es más sencillo darse cuenta de que algo malo les ocurre ya que sus aletas se ven prácticamente rígidas. Además, sus movimientos de nado se modifican sustancialmente.
El caso de los perros es más sencillo de detectar porque muestran un semblante triste y suelen quedarse tirados en el piso, desganados y sin ánimos de alimentarse. Ante cualquier duda saben que deben acudir a su veterinario de confianza.