02 febrero 2012

Aplicación de vacunas en perros: posibles reacciones

El mundo de nuestra mascota no está limitado a la casa por lo que debemos ponerle todas las vacunas y sus refuerzos anuales a fin de que esté protegido frente a cualquier tipo de contagio de enfermedades. Cuando se realiza la aplicación de vacunas en perros hay a veces la posibilidad de que se originen algunas reacciones desde alérgicas hasta más complicadas. A continuación te las detallamos.

Antes de hablar de las posibles reacciones cuando se realiza la aplicación de vacunas en perros es importante saber que los vacunamos para evitar que los agentes de contagio que puedan tener contacto con él en los parques, calles, etc., puedan enfermarlo.

Qué hacer antes de la vacunación

Previo a la vacunación es ideal comentarle al veterinario todo lo referente a nuestra mascota a fin de que la evaluación que realicé sea completa, también es ideal realizar un chequeo general y estar con él para que no se sienta intranquilo durante el proceso.

Debemos también acariciarlo desde la cabeza por todo el lomo para transmitirle una sensación de confianza, además, no debemos permitirle el tener contacto con otras mascotas pues esto puede excitarlo y evitar que se mantenga tranquilo.

Posibles reacciones

Aunque los perros requieren que sus vacunas sean colocadas según un plan especial de vacunación, todos requieren de las mismas vacunas de protección contra enfermedades como la distémper o moquillo, parvovirus, hepatitis, leptospira, coronavirus, tos de perrera y rabia.

Después de la vacunación puede ser que nuestra mascota genera una serie de reacciones como el que la zona donde se ha colocado la vacunación se vuelva de color rojizo e inflame, claro que, esto es normal hasta una semana después de aplicada la inyección.

También pueden presentarse fiebres, nauseas y pérdida de apetito. No debemos alarmarnos pero si los síntomas persisten o si notamos que la fiebre no disminuye debemos llamar al veterinario para que pueda ver la evolución de nuestra mascota a fin de que estos cuadros no se agraven y generen un shock anafiláctico (este suele darse pasadas unas horas de la aplicación de las vacunas y de no ser controlado puede ser mortal. Se le tiene que inyectar adrenalina a la mascota a fin de contrarrestar la diarrea, vómitos, convulsiones, etc.).

Finalmente, recordemos que si nuestra mascota se encuentra enferma lo mejor será no vacunarlo ya que está con el sistema inmunológico débil. Lo mejor será tratarlo y esperar a que se recupere antes de proceder a la vacunación.