Los gatos suelen ser independientes, curiosos y relajados. Su elegancia, naturalidad, calma y limpieza los convierten en las mascotas perfectas para personas que no quieren esmerarse demasiado en el cuidado de un animal doméstico. Un gato da mucho menos trabajo que un perro y, sobre todo, no requiere salir con él varias veces a lo largo de todos los días del año.
Además, los gatos pueden favorecer determinados terapias con cierto tipo de personas. De estmodo, los felinos domésticos resultan ideales para personas nerviosas y que necesiten relajarse y calmarse. Encima, la presencia de un gato contribuye a que mucha personas dejen de sentirse solos. Incluso, varios estudios hechos en Estados Unidos de Norteamérica han demostrado que varias personas con problemas al corazón mejoraron con prontitud gracias a la presencia de un gato en su hogar.
La candidez y el autocontrol de los gatos otorgan un efecto de tranquilidad a las personas ansiosas y nerviosas. Las rítmicas vibraciones de su ronroneo transmiten calma y seguridad. Los gatos relajan, calman, apaciguan debido a su particular forma de ser y comportase en un hogar. Se trata de una mascota ideal para nuestra viviend
Si bien no todos los gatos son exactamente iguales. Si queremos un gato que nos ayude a relajarnos y calmarnos, el felino debe ser muy tolerante con la presencia de varias personas y permitir las caricias de todo tipo de gente. Pero, recuerda, su cuidado es fundamental para que se sienta querido y mimado; el gato tiene que ver que se le quiere de manera especial.
Si tienes un gatito al lado, no dejes pasar la oportunidad. Ponlo sobre tu regazo, acarícialo o, simplemente, hazlo jugar y verás los resultados. Se debe logar un lazo afectivo con el gato, pero sin quitarle su independencia. El gato es un animal independiente que necesita tener su propio espacio y sentirse solo en ocasiones. No se le puede agobiar en exceso.