Tanto los perros como los gatos son las dos mascotas más populares en los hogares de medio mundo.
Las personas que se decantan por los gatos los describen como amables, cariñosos y adorables, no obstante, los más supersticiosos todavía se asustan al ver un gato negro.
Una de las características que siempre ha diferenciado a perros y gatos es la fidelidad. En este caso, y por creencia popular, ganarían los perros, sin embargo, muchas personas no saben que un gato puede llegar a ser igual de fiel que un perro, es más, nunca reaccionará igual ante su dueño que con los extraños.
Otro punto a favor de los gatos y que gustará mucho a las personas que pasen poco tiempo en casa, es que son más fáciles y económicos de mantener que los perros.
Los perros, por su parte, necesitan de unos cuidados y unas atenciones específicas por parte de sus dueños, en cambio los gatos, son mucho más independientes (que no significa antisociales ni ariscos), no necesitan de paseos diarios ni de baños regulares, simplemente deben tener agua fresca y comida a su disposición, algún rascador y la arena para hacer sus necesidades. El resto del día lo va a pasar durmiendo o descansando en su lugar favorito de la casa, y cuando llegues, te va a pedir que lo acaricies y se va a acurrucar junto a ti en el sofá.
Como puedes ver, existe una mascota para diferentes estilos de vida. Tú decides cuál se adapta mejor la tuya.