Según los expertos en psicología canina, los perros necesitan ser estimulados al realizar buenas acciones (consideradas como tales por su dueño).
Estimular a un perro o premiarlo ante un buen comportamiento no es nada más que darle un trocito de comida (normalmente diferente al pienso), como por ejemplo una golosina para perro o un trocito de Frankfurt.
Si cada vez que el perro hace algo bien le damos un premio, entenderá que es algo que nos gusta y lo repetirá el resto de su vida porque sabe que si lo hace va a recibir una recompensa. Si desde cachorro le premias todos los comportamientos que a ti te gustan, el perro acabará por comprender que es mejor comportarse correctamente y que no necesita morder cosas, romperlas o hacer las necesidades dentro de casa para llamar la atención de su dueño.
Lo ideal para tener un perro educado es premiarle todos los buenos comportamientos desde cachorro, estimulándolo para que los realice y enseñándole lo que nosotros queremos que haga (como por ejemplo, darle un premio cada vez que haga las necesidades fuera de casa) e ignorar los malos.