Es hora del baño de nuestro perro, pero está cayendo una nevada espectacular fuera en la calle y hace mucho frio para ponernos a bañar al perro con la manguera.
En verano es muy fácil salir a la calle y con un poco de jabón y agua fresca nuestra mascota nos agradece que lo bañemos, se queda relajado y tan fresquito, y así puede soportar mucho mejor el calor del pleno mes estival.
Pero cuando le toca la hora del baño en invierno, ya no es lo mismo. Hace frio y el agua de la manguera sale congelada, ya no es tan buena idea salir al jardín a dar una buena limpieza al perro.
Ahora tendremos que agudizar un poco nuestro ingenio para seguir manteniendo a la mascota limpia.
Y no es tan complicado pensar que al final, el único método que nos queda es meterlo en nuestra ducha o bañera. Con agua calentita, nuestro perro estará agustisimo de que lo bañemos asiduamente.
Luego lo secaremos bien con la toalla y si no le da miedo podemos utilizar un secador con potencia mínima y sin arrimárselo mucho al rostro. Por último lo peinaremos y voalá! Tendremos un nuevo perro.
Si no te gusta la idea de meter al perro en tu bañera, hay otras alternativas. Podemos utilizar unos champús especiales que se utilizan en seco. Se usa mucho para los baños de los gatos. Es una espuma que hay que frotar en el pelo del animal y cuando agua espuma y limpiemos bien, se quita frotando con una toalla.
No es la misma limpieza, pero para el invierno está bastante bien.