
Si vivimos de alquiler debemos saber que quizás un perro demasiado grande no nos convenga, pues hay propietarios que no lo aceptarán. Si sabemos con certeza que así será, adelante. A la hora de adoptar debemos ir con la cabeza libre de prejuicios, no existen perros malos, ni perros ariscos o salvajes. Existen perros tristes y abandonados.
Estarí bien obtener un poco de información acerca de la historia del animal, saber de dónde proviene y a qué ha podido psicológicamente estar expuesto. esto es importante porque si sabemos que tiene una actitud asustadiza, podremos así ofrecerle los recursos necesarios para que pueda superar sus temores.
Debemos tener en cuenta que si adoptamos un perro que ya ha sido abandonado, tenemos la responsabilidad de no volver a hacerle lo mismo por lo que debemos tomar una decisión consciente y responsable con la que seamos consecuentes. Y para desmitificar prejuicios también es conveniente que sepamos que por norma general aquellos perros y gatos que han sido abandonados siempre tienen a ser más agradecidos por esa segunda oportunidad. No le falles.