El Chow chow es un perro originario de China, su apariencia es la de un pequeño león y su lengua es de una tonalidad azul-violáceo; a lo largo de la historia este perro ha sido empleado como cazador y tirador de trineos por los monjes de Manchuria, aunque no resulto ni ser buen tirador ni rápido; finalmente fue utilizado como guardián de templos budistas.
Este perro se cría en algunas partes de Asia por su carne, ya que es considerada como un manjar, de hecho la traducción de su nombre es comestible-comestible. Su cabeza es relativamente ancha y fuerte, ojos oscuros y pequeños de expresión penetrante, su carencia de cejas es debido al particular trazado de los pliegues, tronco potente y solido.
En la actualidad es comúnmente un perro de compañía ya que su fuerte sentido de la propiedad con su intrigante acercamiento hacia extraños se puede interpretar mal por los que no pertenecen a la familia. El Chow chow es extremadamente leal a su familia y le cuesta cambiar de amo, mostrando afecto generalmente a los que conoce, así que los visitantes no deberían presionarlo, ya que nos los aceptara tan rápido como si fueran de la familia; es necesario cepillarlo a diario por su abundante y tupido pelo.