Puede ser una tarea difícil la de salvar un gato prematuro sin la madre, pero no imposible. Con algunos cuidados específicos, que te cuento a continuación, podrás dar una oportunidad para que esté gatito crezca y tenga una vida muy feliz:
Para cuidar el gatito recién nacido, debes tener una caja que será usada como nido, una almohada térmica, toalla, jeringuilla, leche en polvo para gatos, biberón.
Prepara la caja para formar un nido acogedor para el gatito. La caja debe tener espacio para que pueda moverse, pero no debe ser muy grande. Debe estar en un sitio sin demasiada luz, ruido o corrientes de aire.
Coloca la almohada térmica, con temperatura baja, debajo de una toalla y pon ambos debajo de la caja nido. Esto ayudará el gatito a mantener la temperatura corporal. La almohada térmica no puede cubrir todo el fondo de la caja, es importante que esté caliente, pero mucho calor también puede perjudicarle.
Alimenta el gatito a cada 1 o 2 horas usando una jeringuilla sin aguja con leche en polvo para gatos. Siga las instrucciones de preparo sugeridas por el fabricante. La cantidad de agua debe ser ¼ del total de la mezcla de leche en polvo. Con una semana y media de vida, podrás reducir la cantidad de agua. Con dos semanas podrá tomar la mezcla sin dilución de agua. Cuando veas que recuperó fuerzas puedes cambiar la jeringuilla por un biberón.
Después de comer, de batiditas leves en sus espaldas para eliminar los gases. Debes también ayudar el gatito a hacer sus necesidades. La manera más fácil es abrir un grifo y dejar caer un hilo muy fino de agua templada. Coloca la parte trasera del gatito debajo de este hilo de agua y estimula esta zona con tu dedo indicador. El gatito debe hacer sus necesidades una vez a cada dos días, si no lo hace debes consular un veterinario.
Acaricie y hable con el gatito frecuentemente, como no tiene madre, tú serás su influencia materna.